UN JARDÍN CON FINES DE CONSERVACIÓN. El Arboretum de l’Ecole de Breuil no figura en las guías turísticas de París, ni siquiera en aquellas que dedican pormenorizada información al Jardin des Plantes y otros afamados parques de la ciudad, pero su gran variedad de árboles, con un total de 1.358 ejemplares de 480 especies diferentes, lo convierten en una visita ineludible para los amantes de la botánica. Claro está que el arboreto se encuentra lejos del centro urbano, en el extremo sureste del Bois de Vincennes, cerca del hipódromo, y para acceder a él en transporte público es necesario tomar el tren de cercanías (RER) hasta la parada de Joinville-le Pont y luego caminar un cuarto de hora por unos arcenes desolados. Sólo dos grupos con numerosos niños, al parecer celebrando fiestas de cumpleaños, me acompañan en una mañana soleada y muy calurosa del mes de julio.



El Arboretum du Breuil, dependiente de la Escuela de Horticultura del mismo nombre, la más prestigiosa en Francia en jardinería y paisajismo, se aleja de otros parques similares porque sus ejemplares apenas son podados y, como indican varios carteles informativos, los pies muertos no son retirados para así favorecer la colonización por parte de líquenes, insectos o micromamíferos. En definitiva, no es stricto sensu un jardín, sino un bosque de 12 hectáreas creado por el hombre con finalidades educativas y de conservación. Está avenado por dos pequeños arroyos.
La Escuela de Horticultura fue fundada a finales del siglo XIX y se trasladó a su actual emplazamiento en el Bois de Vincennes en 1936. Las primeras plantaciones en el arboreto anexo empezaron tres años después, aunque se interrumpieron con el estallido de la guerra mundial y buena parte de los árboles actuales datan de la década de los cincuenta del pasado siglo. No hay por tanto especímenes de gran edad, pero sí algunos que han alcanzado un considerable tamaño, especialmente varias coníferas, un éxito teniendo en cuenta que el terreno es muy arenoso. Todo el bosque ha sido colonizado por pequeñas aves forestales, como ruiseñores, carboneros comunes, carboneros palustres, gorriones y reyezuelos. También se observan ardillas. Un cartel indica la presencia de comadrejas, erizos y conejos.






Los árboles del Arboretum, que están ordenados por géneros, proceden de territorios con climas templados de todo el mundo. Sendos ejemplares de Pinus coulteri, Pinus bungeana y Zelkova carpinifolia figuran en el catálogo municipal de árboles monumentales de París, pero hay diversos ejemplares tanto o más interesantes por su rareza o su porte. Destacan por su abundancia las coníferas, que ocupan la zona centro del arboreto, incluyendo píceas, abetos, cipreses y cipreses de los pantanos, así como una secuoya gigante de unos 25 metros de altura. Un hermoso rincón se sitúa en la parte septentrional, con un estanque artificial sobre el que se reflejan las siluetas de una cunninghamia y una katsura (Cercidiphyllum japonicum). Hay también hay gran variedad de arces y chopos-álamos y algunos árboles poco comunes, como Chionanthus retusus, Cedrus brevifolia, Ehretia dicksonii, Gymnocladus dioicus o Toxicodendron potaninii. En las instalaciones aledañas de la escuela de horticultura, finalmente, se pueden observar rosales y otras flores ornamentales, así como un estilizado caqui (Diospyros kaki) de nada menos que 12 metros de altura y un tronco de 1,60 metros de circunferencia.
Al margen de su función didáctica, el Arboretum du Breuil es uno de los cuatro elementos que constituyen actualmente el Jardín Botánico de la Ciudad de París, junto al parque de Bagatelle y el Jardin des Serres d’Auteuil, ambos en el Bois de Boulogne, y el cercano Parque Floral, también en el Bois de Vincennes.