UNA TORMENTA DERRIBA EL EMBLEMÁTICO ÁRBOL DEL PARQUE CALAVERAS. Una de las secuoyas más famosas de California, un ejemplar conocido como Pioneer Cabin Tree por cuya base pasaba una carretera, se ha derrumbado como consecuencia de una gran tormenta que afectó al parque estatal Calaveras, según ha informado la organización Calaveras Big Trees Association a través de su página en Facebook. El túnel fue excavado con fines turísticos en la década de 1880 para que los paseantes y posteriormente los coches pudieran atravesar el grueso tronco, pero este despropósito le ha acabado pasando factura.

De hecho, aunque las precipitaciones torrenciales de este invierno 2016-2017 habían debilitado gravemente el sistema de raíces, el árbol ya no se encontraba en su mejor momento. «La tormenta fue demasiado para el árbol», dijo la asociación. El gigante se quebró al contactar con el suelo y dejó para la posteridad unas dolorosas imágenes. «Hoy perdimos a un viejo amigo», escribió en las redes sociales Jim Allday, un voluntario del parque que acudió raudo al lugar.
El Pioneer Cabin Tree, situado unos 90 kilómetros al este de la ciudad de Sacramento, con una edad estimada superior a los 1.000 años, era un ejemplar de Sequoiadendron giganteum o secuoya gigante, la especie de mayor tamaño de la Tierra por volumen de madera en su tronco (se conocen ejemplares más altos de Sequoia sempervirens o secuoya roja, pero son generalmente de silueta más estilizada).

El árbol ahora derribado medía 45 metros de alto -según una estimación, puesto que no había ningún registro oficial- y tenía un diámetro de 10 metros. En el mismo parque, situado en las estribaciones de la Sierra Nevada californiana, se encuentran varios ejemplares de un tamaño aún superior, como uno llamado Louis Agassiz que alcanza una altura de 80 metros.

El túnel fue excavado hacia 1880 aprovechando la cicatriz dejada por la caída de un rayo
El túnel fue excavado hacia 1880 aprovechando la cicatriz dejada por la caída de un rayo. Poco años antes se había hecho lo mismo con otra secuoya gigante que crecía en el actual parque nacional Yosemite, el llamado árbol de Wanona, y los dueños pensaron que sería una buena oportunidad para animar el turismo. Los visitantes eran emplazados a grabar su nombre en el tronco.
Posteriormente, con la llegada de los automóviles, el túnel se acondicionó para que los vehículos también pudieran circular, aunque en las últimas décadas ya solo era accesible para los excursionistas en un circuito de senderismo a través del parque de Calaveras. Actualmente quedan en pie en California otras cinco secuoyas atravesadas por un túnel (dos secuoyas gigantes y tres secuoyas rojas)

No hay ningún plan para retirar los restos del árbol. «Muy probablemente, la secuoya permanecerá donde cayó, proporcionando hábitat para muchas criaturas. Y poco a poco irá descomponiéndose para mejorar el suelo de futuras secuoyas», asegura la Calaveras Big Trees Association.