EN EL JARDÍN SE RODARON VARIOS CAPÍTULOS DE LA SERIE ‘JUEGO DE TRONOS’. Trsteno, situado unos 15 kilómetros al noroeste de Dubrovnik o Ragusa, la perla de la costa croata, es el arboreto más antiguo de Europa si se entiende como tal el jardín botánico consagrado a árboles y plantas leñosas. Aunque quedó arrasado durante la guerra de Yugoslavia y perdió centenares de pinos y robles añejos, ha renacido en los últimos años y hoy vuelve a ser un lugar muy recomendable donde pasear lejos de la vorágine turística que invade la capital dálmata. Las vistas sobre los acantilados, una fuente barroca dedicada a Neptuno y un excepcional plátano oriental situado en su entrada justifican por sí solos la visita. El aparcamiento, eso sí, es escaso.

El Arboretum de Trsteno nació en el siglo XV -se sabe que ya existía en 1492, puesto que de ese año se conserva un documento oficial sobre la construcción del acueducto de riego – bajo el impulso de una prominente familia local, los Gozze, que decidió construir una residencia de verano en un hermoso y protegido puerto de la costa dálmata. La familia poseía una flota mercante y se sirvió de ella para traer árboles y semillas de lejanos lugares. Por aquel entonces, el parque y el pequeño pueblo que le da nombre pertenecían a la república ragusiana, un estado independiente que desapareció en 1808.
Los jardines de la vieja residencia renacentista, destruida en el siglo XVII por un terremoto y reconstruida en estilo barroco, son lo que hoy conocemos como el Arboretum de Trsteno. Las condiciones climáticas en la zona son excelentes, sin heladas de consideración, pero el terreno tiene un sustrato escaso y anda escaso de agua, motivo por el cual fue necesario construir el acueducto.
Durante la guerra de 1991-1995, el jardín sufrió graves daños debido a los bombardeos aéreos y marítimos, que ocasionaron la muerte de miles de árboles antiguos. El pinar también quedó completamente destruido, al igual que los invernaderos, el laboratorio y parte del acueducto. Y, justo cuando parecía que la situación se enderezaba, un incendio en el seco verano del año 2000 arrasó 120.000 metros cuadrados de vegetación.




Sin embargo, gracias al trabajo de su actual propietario, la Academia Croata de Ciencias y Artes, y de la fundación The International Trust for Croatian Monuments, apadrinada por la mecenas británica de origen croata Jadranka Beresford-Peirse, el parque ha recuperado desde entonces parte de su esplendor -no todo- y hoy es un atractivo de primer orden para quienes visitan Dubrovnik y sus alrededores. «Es un lugar de belleza que surge como un fénix de las cenizas de la destrucción sin sentido», dice una inscripción.
Aunque me cueste admitirlo, gran parte de su renacimiento turístico obedece a que en Trsteno se rodaron varios capítulos de la serie televisiva Game of Thrones (Juego de Tronos). «Camine por los senderos del jardín donde Olena Tyrell y Varys conspiraron contra Peter Baelish o siéntese en el mirador junto a Margaery Tyrell para escuchar la historia de Sansa Stark», reza un folleto turístico del parque. Para quienes no conozcan la serie, el arboreto son los jardines de Desembarco del Rey, la capital del reino, un lugar ideal para las conspiraciones palaciegas.
Trsteno ocupa 25 hectáreas, pero solo una pequeña parte pertenecen al arboreto en sentido estricto, mientras que el resto son huertos, prados, olivar y especialmente un bosque donde dominan los pinos. El parque, que está recorrido por senderos con poca luz y un aspecto decadente, quizá fruto de la pasada destrucción, incluye notables pinos carrascos, magnolios, cedros del Atlas, muchos cipreses, robles de varias especies, carpes orientales y hayas orientales. Observé también un alcanforero, ginkgos, una gran fotinia y un tulípero, entre otros árboles exóticos. Según indica un folleto, Trsteno fue uno de los primeros lugares de Europa en que se plantaron eucaliptos.
En cualquier caso, la incuestionable estrella botánica de Trsteno se encuentra justo antes de la puerta de entrada del jardín. En la plaza del pueblo, junto a la carretera principal, se alzan dos plátanos orientales (Platanus orientalis) de un tamaño tan descomunal que es imposible no quedarse deslumbrado. Parece ser que originariamente eran cinco ejemplares y que fueron traídos en el siglo XVI desde Constantinopla. Son muy viejos, efectivamente, pero no llegan a los mil años que indican algunas guías.
Una leyenda dice que uno de los árboles salvó la ciudad de Dubrovnik de un ataque del ejército de Napoleón en 1806 al caerse sobre la carretera una de sus grandes ramas. Se tardó dos días en despejar la vía, plazo que sirvió para llegar a una tregua negociada. En tiempos más recientes, hace unos 50 años, el plátano más alto sufrió los efectos de un fuego accidental cuando se intentó retirar un gran nido de avispas que había en su copa.


Según relata Jeroen Philippona en la web www.monumentraltrees.com, este mismo ejemplar mide actualmente 42 metros, según un estudio con cinta métrica, pero antes de una poda que se realizó para retirar unas ramas peligrosas alcanzaba los 48. Teniendo en cuenta que su perímetro de tronco es de 10,75 metros, se trata posiblemente del árbol con más volumen de madera en toda Europa, con unos 160 metros cúbicos, aproximadamente. El segundo plátano es también imponente: mide 33 metros de altura, sensiblemente menos, pero alcanza un perímetro de 11,39, todavía más grueso.