Árboles y vino en el pazo de Rubianes

EL JARDÍN DE LA FINCA PONTEVEDRESA DATA DE MEDIADOS DEL SIGLO XIX. Nuestra ruta invernal por Galicia nos lleva en una mañana luminosa al pazo de Rubianes, en el municipio de Villagarcía de Arosa (o Arousa), una finca cargada de historia que alberga una vegetación extraordinaria, incluyendo 3.000 camelias que ahora exhiben sus vistosas flores y un puñado de árboles impresionantes, cuatro de ellos catalogados como monumentales. La propiedad tiene en total unas 68 hectáreas, de las que 14 corresponden al jardín y al bosque ajardinado y 25 están dedicadas al cultivo de la uva albariño para la elaboración de vinos, la actividad principal del pazo.

Aunque los orígenes de la finca se remontan al siglo XII, con la construcción de una torre fortaleza, su noble historia empieza tres siglos después cuando el caballero García Caamaño, miembro de un familia gallega de rancio abolengo, elige estas tierras cercanas a la ría de Arosa para construir su residencia. Fue concretamente en 1411, como todavía puede leerse en una piedra rectangular en la entrada principal de la finca. Años más tarde, en 1.441, García Caamaño fundó la Villa de García, hoy conocida como Vilagarcía de Arousa, que adoptó como escudo el propio de la familia, donde se observa en su parte central un pino con diez lanzas.

De la residencia original, sin embargo, hoy no queda más que el escudo de la entrada, restos de las caballerizas y parte del muro perimetral. El pazo actual, con edificio palaciego, vaquería y capilla, es de 1764, mientras que los jardines datan de la segunda mitad del siglo XIX y fueron diseñados por el paisajista francés Martin Dorgambide. En 1930 serían ampliados y reformados de la mano de la entonces propietaria, Dolores Urcola, marquesa viuda de Aranda y gran aficionada a las camelias.

Nada más entrar puede contemplarse un jardín de estilo francés en el que destaca un hermoso laberinto de seto de boj que resiste como puede el embate de la polilla asiática, así como un sinfín de camelias y rododendros y una gran explanada de césped. Entre los árboles se observa un gigantesco eucalipto con la base en forma de pata de elefante (es decir, con las raíces aéreas), un fresno y un ciprés de los pantanos.

Las primeras camelias, que actualmente son uno de los grandes reclamos turísticos de Rubianes, fueron plantadas tras un regalo en 1850 de los duques de Caminha (Portugal). De las numerosas variedades actuales, una muy curiosa es la Camelia sinensis, la planta del té, un punto ineludible en las visitas guiadas. También son muy reseñables las magnolias americanas (Magnolia grandiflora), la mayor de las cuales (5,66 m. de perímetro) se encuentra junto al edificio principal. Según la placa informativa que figura a su lado, fue plantada en 1710.

Los eucaliptos merecen un especial detenimiento. Hay al menos siete ejemplares monumentales, todos de la especie Eucalyptus globulus, de los cuales cuatro superan los 10 metros de perímetro de tronco (a 1,30 m.) y son posiblemente -aunque no quiero poner la mano en el fuego- los más gruesos de España y Europa. El más hermoso es quizás el citado anteriormente, de 13,51 metros, que tiene a su lado una antigua cruz de peregrinos y al que se le calculan cerca de dos siglos de vida, aunque entrando a mano derecha hay también un conjunto espectacular de cinco ejemplares muy próximos. La historia cuenta que proceden de semillas traídas desde Australia por un fraile benedictino.

Pese a su follaje todavía invernal, otro gran árbol que se sale de lo común, un auténtico monumento natural, es un alcanforero (Cinnamomum camphora) que se encuentra a la izquierda de la residencia, junto a viñedos y una porción de bosque. El ejemplar, que tiene unos 200 años y es el más antiguo de España, procede de unas semillas traídas directamente desde la India por el marqués de Rincón, amigo de los propietarios. Tiene un perímetro de tronco de 4,52 metros, según mi medición con cinta (2020), bastante más que los 3,75 m. que consignan las guías. Por cierto, en la tienda de Rubianes venden velas hechas con aceite de alcanfor y jabones de camelia.

Los folletos turísticos indican asimismo la presencia en el pazo de un roble de 600 años, uno de los más viejos de Galicia, pero en nuestra visita relámpago no dimos con él. La sorpresa, en cambio, fue encontrar en la parte trasera del palacete representantes magníficos de dos especies poco frecuentes: el cedro de incienso o libocedro de California (Calocedrus decurrens), con un ejemplar de 4,76 que tiene una silueta bellísima, y el cedro de Japón o criptomeria (Cryptomeria japonica), con uno que data de 1810 y alcanza los 3,89.

Las vides emparradas, típicas de la uva albariño, ocupan buena parte de la finca y sería imperdonable marcharse sin visitarlas. Aunque su presencia en Rubianes se pierde en el tiempo, la filoxera las diezmó a finales del siglo XIX y las que se pueden observar actualmente son relativamente jóvenes. Aun así, las excelentes condiciones climáticas, el suelo granítico poco profundo, la orientación solar de los bancales y por supuesto la manera de elaborar el vino -basada entre otros aspectos en una selección exhaustiva de la uva, según explican los propietarios- parecen haberse aliado para dar como resultado unos blancos de calidad excelente.

Pazo de Rubianes / Pazo de Rubiáns
Extensión de la finca: 68 hectáreas, de las que unas 14 corresponden al jardín y al bosque ajardinado.
Creación: Aunque la finca se fundó en 1441, la residencia-palacete es de 1764 y el ajardinamiento se inicia a mediados del siglo XIX.
Propietaria: Señorío de Rubianes. Beatriz Ozores Rey.
Dirección: Rúa do Pazo, 7, Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). Se accede desde la carretera N-640A. A cuatro kilómetros del núcleo urbano de Vilagarcía. Se puede aparcar antes de entrar en el recinto.
Entrada (2020): El pazo recibe anualmente unas 15.000 visitas, buena parte mediante unas visitas guiadas muy recomendables (15 euros por persona) que incluyen un recorrido por la casa y la bodega. La visita por libre a los jardines cuesta 7 euros. En todos los casos se ha de reservar por antelación en el teléfono 986 510 534.

Comparte

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *