Los plátanos de la Devesa de Girona

LOS EJEMPLARES MÁS ALTOS SUPERAN LOS 50 METROS. Más de 2.500 altísimos plátanos dispuestos geométricamente son la esencia, la seña de identidad, del parque de la Devesa, una gran zona verde situada al oeste del centro histórico de Girona (Gerona), junto a los ríos Ter, Güell y Onyar. Los plátanos, tan parecidos entre sí que rozan la monotonía, han sido testigos de dos siglos de historia y ahora deslumbran al visitante con sus más de 50 metros de altura. Poca gente me acompaña en esta soleada mañana primaveral de 2019.

Los plátanos ocupan más de la mitad de las 40 hectáreas de la Devesa, aunque el parque cuenta también con zonas abiertas de tierra, algunos equipamientos culturales y edificios de usos administrativos, un área deportiva con piscina y un elegante jardín francés con grandes atractivos botánicos, incluyendo un magnífico tulípero de Virginia. La Devesa, dehesa en español, recibe este nombre porque es exactamente lo que fue antaño: un terreno para pastos y aprovechamiento de la leña. Desde 1943, la Devesa está catalogada como bien de interés nacional.

El parque ha sufrido numerosas reformas y ha tenido unos usos variados desde que fuera mencionado por primera vez en una crónica del siglo XV. En sus inicios era un terreno arenoso e inundable empleado para amortiguar las crecidas del Ter y proteger Girona. A partir del XVIII se efectúan plantaciones de chopos y álamos para, entre otros aspectos, abastecer de madera las defensas militares de la ciudad. Hay también constancia de que a principios del siglo XIX proliferaban los huertos, aunque las recurrentes inundaciones forzaron su abandono.

Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los ocupantes franceses llevaron a cabo plantaciones, sobre todo de chopos, aunque todavía no puede hablarse de la Devesa como parque y mucho menos de su disposición actual. De aquellos años parecen ser también los primeros plátanos de la Devesa. Según los estudios de Narcís Motjé Surroca, ingeniero forestal y asesor técnico de la Devesa, puede haber al menos 80 o 90 ejemplares de los tiempos napoleónicos, lo que significa que tienen más de 200 años. Motjé se refiere a los que se encuentran en la plaza de Les Botxes, en el cruce del paseo Central y el de la Rosaleda, «que son de unas dimensiones superiores a los restantes plátanos de la Devesa», según escribía en un artículo publicado en Diari de Girona en 2012.

Crédito de la foto: Enric / Wikimedia Commons

En cualquier caso, la actual Devesa como zona de paseo nace más tarde. «El alcalde Marià Hernández, tras un acuerdo con el gobernador militar en 1859, encarga al arquitecto Martí Sureda Deulovol, el proyecto del parque que hoy conocemos. Las obras se inician inmediatamente –relata de forma pormenorizada Christian Geis Nielsen, técnico municipal de medio ambiente, en Evolució històrica de la Devesa–. (…) Fue entonces cuando se plantaron los primeros plátanos de forma masiva». Por tanto, la inmensa mayoría los ejemplares viejos de la Devesa tienen unos 160 años. En 1898 quedan definidas la estructura y las dimensiones actuales del parque.

La escasa distancia entre los plátanos, que son concretamente Platanus x hispanica, el omnipresente híbrido presente en calles y jardines de medio mundo, los ha obligado a competir y crecer a lo alto en busca de los rayos del sol, una situación que ha generado unos pies altísimos, de tronco muy fino y sin apenas ramas al margen de la copa. La mayoría de los árboles tienen un perímetro de entre 3 y 3,5 metros, excepcionalmente 4, según mi búsqueda nada exhaustiva, aunque el profesor Martí Boada cita algún ejemplar de hasta 4,95. En cuanto a la altura, oscilan entre 45 y 60 metros, dependiendo de la fuente. Estos gigantes generan un ambiente sombrío y dificultan el crecimiento de la vegetación arbustiva.

Además, el desvío del cauce del río Güell en los años 60 del pasado siglo ocasionó una reducción de la capa freática que les proveía agua, a lo que hay que sumar la disminución del caudal del Ter tras la puesta en marcha del trasvase a Barcelona y una limitación de las antiguas riadas debido a la construcción de diques de protección. Todo ello ha supuesto un debilitamiento de los árboles que lo han aprovechado plagas como el tigre del plátano (la chinche Corythucha ciliata), las termitas Kalotermes flavicollis o el peligroso hongo Ganoderma.

Para sobrevivir mucho más tiempo, los plátanos de la Devesa necesitan una ayuda que pasa posiblemente por la reducción del número de ejemplares. Diversos estudios han propuesto que por cada dos pies que mueran por efecto del viento o cualquier otro motivo solo se reponga uno, pero en un tema tan sensible para los vecinos es necesario el consenso total.

Nombre de los ejemplares: plátanos de la Devesa de Girona.
Especie: Platanus x hispanica (Platanus x acerifolia).
Nombre común de la especie: plátano, plátano de sombra.
Ámbito de la especie: Híbrido creado en el siglo XVII y actualmente de distribución cosmopolita.
Perímetro del tronco a 1,30 m: entre 3 y 5 m (a 1,30 m.).
Altura: estimación, 40-55 m.
Altitud sobre el nivel del mar: 70
Edad de los ejemplares: La mayoría, hacia 1860. Posiblemente haya algún ejemplar de 1810-1820
Ubicación: Parque de la Devesa de Girona. Los mayores están la plaza de Les Botxes. Coordenadas GPS (anotación Google Maps: 41.987619, 2.819545 // 41°59’15.4″N 2°49’10.4″E).

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